¿Miedo, Ansiedad o Fobia?

En muchas ocasiones nos encontramos en la clínica diaria con problemas de comportamiento en nuestros pacientes. Algunos destrozan los muebles de la casa cuando sus propietarios se van, otros no consiguen hacer sus necesidades en la calle con éxito o se muestran agresivos en algunas circunstancias.

Debido a que muchos de estos problemas afectan a la relación propietario-mascota es frecuente que acaben desencadenando un problema en la vida de ambos y que lleguen con más facilidad a ser consultados en el veterinario. En cambio, existen otro tipo de problemas que tal vez pasan más desapercibidos, ya que, en la mayoría de las ocasiones no influyen tanto en nuestra relación con ellos, o, al menos, así lo percibimos nosotros, aunque esto no siempre sea cierto.
En muchos casos problemas de ansiedad por separación, agresividad y problemas de eliminación (sobretodo de micción) están muy relacionados con fobias y/o problemas de ansiedad.

¿QUÉ DIFERENCIA HAY ENTRE MIEDO, FOBIA O ANSIEDAD?

Para poder entender la diferencia entre miedo, ansiedad y fobia primero describiremos cada una de ellas:

  • Miedo: el miedo es una respuesta adaptativa que compartimos todos los seres vivos. Es la sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro.
  • Fobia: es una respuesta de miedo intensa y desproporcionada a la amenaza real de lo que está produciendo ese miedo.
  • Ansiedad: es una respuesta de anticipación involuntaria del organismo frente a estímulos.

Dicho así puede resultar difícil distinguir entre los tres, tal vez el más fácil de diferenciar sean las fobias, ya que casi todas las personas tenemos alguna. Para diferenciar entre miedo y ansiedad utilizaremos un ejemplo:

Imaginémonos que vamos a pasar el fin de semana a la montaña y, decidimos hacer senderismo por un bosque… De repente por el camino nos encontramos….

Nuestra primera reacción será de MIEDO. Es posible que nos sobresaltemos, nos apartemos de la víbora y pasemos lo más deprisa que podamos por ese tramo, evitando el peligro. Puede que nos den FOBIA las serpientes, en ese caso sentiremos un miedo tan intenso que gritaremos mucho, sacudiremos todo nuestro cuerpo y tal vez corramos durante 5 minutos lejos de la víbora.

Continuamos nuestro recorrido y de repente el camino se estrecha hacia un bosque muy frondoso, donde la visibilidad es menor, ya que está más oscuro. Y observamos un montón de avisos como este:

¡CUIDADO! Oso visto en esta área. Si ves un oso…no entres en pánico, retrocede despacio y deja inmediatamente la zona.

Continuaremos nuestro camino estando muy atentos, agudizando nuestro oído y nuestra vista, asustándonos cada vez que se mueva algún árbol cerca nuestro y, en definitiva, no estaremos disfrutando del paseo porque estaremos pendientes de si el oso está cerca, aunque no estemos viendo ningún oso durante todo el camino. Eso que estamos sintiendo es ANSIEDAD.

Una vez descrito con este ejemplo podemos entender que no siempre que un animal padece ansiedad está el estímulo que produce miedo presente. Es decir, un perro puede tener miedo a las tormentas, a los petardos, a los fuegos artificiales, a acudir al veterinario, pero no siempre es necesario que ese hecho se esté produciendo en ese momento para que nuestro amigo esté sufriendo, ya que puede tener ansiedad mucho antes de que ese hecho se manifieste.

Por ejemplo, si tiene miedo a las tormentas es posible que muestre signos de ansiedad siempre que llueve o que el cielo se nubla. Si le da miedo ir al veterinario tendrá ansiedad a la hora de ver el trasportín esperando en la puerta o cuando cojamos la cartilla de las vacunaciones. A todas estas cosa se le llaman señales de anticipación. 

En muchas ocasiones es fácil identificar el miedo pero no siempre es fácil identificar la ansiedad que le precede o que incluso aparece cuando el estímulo de miedo no está presente.

¿CÓMO SE CUÁNDO HAY ANSIEDAD? 

La ansiedad se puede manifestar de muchas formas. Generalmente los perros tienden a esconderse, aunque también pueden realizar vocalizaciones (aullidos, ladridos…), movimientos compulsivos (morderse las extremidades, dar vueltas en círculos, escarbar agujeros…), etc.

Aquí tenemos varios ejemplos:

En este primer vídeo podemos ver como el perro, a raíz de una tormenta está en la bañera, jadeando y nervioso, con mirada de angustiada. Tiene ansiedad.

En este otro vídeo podemos observar como ha comenzado a llover. La perrita tiene la cola baja, con la cabeza adelantada y la pata delantera flexionada. Mira hacia la ventana, donde ve que está lloviendo y se esconde detrás de la cortina y de un sillón y finalmente debajo de una mesa. Igual que en el caso anterior también jadea y está inquieta. Tiene miedo a las tormentas, y, a pesar de que aun no  ha habido truenos, la anticipación le hace manifestar esta conducta, ya que ha asociado la presencia de lluvia con los truenos.

Ambos son dos claros ejemplos de que el animal no está a gusto, tiene ansiedad y por tanto su bienestar se está viendo afectado.

Detectar la ansiedad es el primer paso para poder trabajar en ella y eliminarla. Pero, ¿Qué debemos hacer cuando tenemos a un perro ansioso? ¿Debemos acariciarle?¿Está bien cogerlo y abrazarlo o tal vez deberíamos dejarle pasar el mal trago sólo para que se acostumbre?

Os responderemos a estas preguntas en el siguiente blog, pero, si has detectado que tu mejor amigo pueda tener algún problema de ansiedad y quieres ponerle solución cuanto antes te esperamos en Veterinario Pamplona para ponerle remedio, ¡contacta con nosotras!

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